Tras un año de contienda legal en las cortes de Nueva York, JZ International, un consorcio de inversión de renombre, eligió por sacar sus acusaciones de enriquecimiento ilícito contra Miguel Rueda y Ole Groth, exdirectivos encargados de la administración de la compañía valenciana Gedesco, en la cual la entidad americana posee una participación mayoritaria del 675%. Este giro en los hechos se produce después de que la firma, cofundada por David W. Zalaznick y Jay Jordan, presentara una querella en los tribunales valencianos contra los mismos individuos, ampliando el espectro de acusados a incluir a los fundadores de Gedesco, Antonio Aynat y Francisco Javier García Escrivá, tal como a José Luis Villafranca, quienes conforman el presente consejo de administración de esta compañía especializada en la financiación no bancaria de PYMES.
La acusación inicial, presentada el 16 de marzo de 2022, sostenía que Rueda y Groth habían desviado 80 millones de euros hacia Stator Management, una entidad estrechamente vinculada a ellos. Este supuesto acto de malversación incluía la venta de Faus International, parte del portafolio de JZ International, a Stator por un valor significativamente inferior al de mercado, así como préstamos dudosos desde Gedesco y Toro Finance a proyectos similares a los acusados. Sin embargo, la retirada de Carlyle, un aliado clave en la lucha legal estadounidense, el pasado 5 de marzo, marcó un punto de inflexión, llevando a JZ International a reconsiderar su estrategia legal.
La firma ha optado por concentrar sus sacrificios en la justicia de españa, donde ha acentuado las acusaciones al implicar un presunto desvío de por lo menos cien millones de euros y atribuir delitos auxiliares de apropiación incorrecta y estafa. La admisión a trámite de esta querella por el Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia resalta la gravedad de las acusaciones y Estados Unidos pone en relieve la determinación de JZ International por buscar justicia.
En un movimiento estratégico, los abogados de JZ International han pedido la administración judicial de Gedesco como medida cautelar, al paso que los gestores de Gedesco han contraatacado pidiendo una fianza de 60 millones de euros a la parte acusadora, patentizando la intensidad del conflicto legal. Este desarrollo apunta no solamente la dificultad de las relaciones empresariales transfronterizas sino asimismo de qué forma las disputas legales pueden influir en la gestión y reputación de las compañías implicadas.
De esta manera, el desistimiento de JZ International de su acción legal en Nueva York no representa un fin, sino un cambio de arena hacia el sistema judicial español, donde la guerra legal asegura ser tanto o mucho más intensa. Este caso resalta la relevancia de la diligencia y la integridad en la administración corporativa, así como las complejidades inherentes a la navegación de discusiones legales en múltiples jurisdicciones.